Description
Creamos nuestros propios territorios que se expresan a través de historias, las cuales dan sentido y significación a nuestra relación con los hechos. Vivimos en un mundo explicado donde la línea de tiempo (pasado, presente y futuro) se pliega y se recrea en un espacio emocional. En este territorio íntimo, el presente es un relato, el pasado es un conjunto de experiencias y el futuro es una inspiración.
Mi trabajo consiste en escuchar el paisaje que las personas construyen (individual o colectivamente) para encontrar posibilidades de transformación en sus condiciones de vida. Siguiendo los senderos de estos territorios, comprendí que el sufrimiento relacionado con la opresión o el agobio del presente es causado por el peso emocional de las palabras que definen el espacio donde vivimos. Las palabras están ligadas al cuerpo a través emociones. Por lo tanto, el cuerpo sostiene el relato del presente, las experiencias del pasado y las posibilidades del futuro.
Usualmente, culpamos al pasado por nuestro sufrimiento (a lo que nos ha sucedido tiempo atrás en el calendario). Sin embargo, la opresión no está relacionada con el tiempo, sino con las condiciones emocionales de nuestro paisaje interior. Estas condiciones opresivas son consecuencia de la inercia en nuestra vida cotidiana.
No sufrimos por el pasado, sufrimos porque necesitamos sostener el pasado para darle sentido al presente (ante la ausencia de sentido en el presente). Sufrimos por la imposibilidad de que algo pueda ser diferente en nuestra vida. No sufrimos por los síntomas, sufrimos por la inercia de nuestro paisaje. El síntoma es solo una señal que expresa la imposibilidad de transformación, es un aliado de la inercia. Aunque suene paradójico (de hecho, lo es), el sufrimiento es el modo que encontramos de convivir con la inercia.
La primera parte se refiere al relato del presente: cómo recrear este territorio de palabras y emociones para transformar las limitaciones en posibilidades. La segunda parte se refiere a las experiencias que definen nuestra historia: cómo redefinir nuestra participación en los hechos cotidianos. La tercera parte refiere a la inspiración que enmarca nuestro futuro: cómo abordar este espacio virtual y desconocido para sostener un proceso que permita nuevas condiciones de vida. Además de estas tres secciones, el libro concluye con una serie de capítulos que hablan sobre las condiciones de bienestar: cómo crear posibilidades de transformación en la vida de otras personas.