Description
Se ha escrito mucho sobre la Biblia y ésta es, precisamente,
la fuente a la que la autora, Venecia A. Villamán,
acude con reverente devoción para presentarnos su primer
libro “Vivencias Diarias con el Espíritu Santo”. El proyecto
comenzó en 1993, cuando diariamente escogía un Evangelio
para compartirlo con sus familiares y amigos. Esta
palabra diaria inició en su vida, y en los agraciados seres a
quienes les llegaba vía Internet, un despertar de conciencia
espiritual y fraternal. Es justo y necesario mencionar cómo
esta misión de evangelización ha capturado la atención de
decenas de miles de lectores, hasta el presente. La divulgación
de estos escritos que narran la historia de la vida,
doctrina, milagro y muerte de Jesús de Nazaret, son para la
autora del libro, su modesto aporte y prueba de su fe, experimentada
durante estos años; como discípula obediente, se
ha dedicado con humildad y entrega, a propagar el mensaje
del Cristo Vivo: Íd por el mundo a propagar la buena nueva del
Reino de Justicia, Amor y Paz.
En este libro, la autora acompaña las escrituras con meditaciones
y oraciones de su propia autoría. Desde ellas
establece un coloquio íntimo con Dios, a través de su hijo
Jesús, y lo comparte con sus lectores, para completar un
círculo de devotos del Maestro, comprometidos con darle
continuidad, en este siglo, a la tradición de la oración diaria.
Con estas oraciones, personales y colectivas, Venecia, la
devota fiel con alma de niña, busca concientizar a las almas
que se acercan al Evangelio de hoy. Las fortalezas espirituales
que se requieren para vivir en espíritu y en verdad como
amantes del amor en Cristo, el Cristo amigo, guía, el Cristo
del amor universal que atiende, desde su mensaje atemporal,
nuestras más apremiantes necesidades, que deben volcarse
diariamente en el ejercicio de reanimarnos en la fe,
fortalecerla, avivarla y compartirla con la familia cristiana.
Familia que se compone de lectores de todas las creencias
religiosas o filosóficas, y de toda criatura nacida en el seno
de la vida creada por Él: los hermanos en Cristo Jesús.
Este mensaje es la palabra sagrada escrita hace milenios
por los discípulos, como mandato de fe del Jesús caminante,
maestro, hermano, protector espiritual de millones de
seres en la Tierra. En este primer libro, que ponemos a la
consideración del lector, hallará sin dudas su oasis espiritual
y armonía en medio del caos actual. La autora propone
a La Palabra como la salvación única, que es, a su vez, el
agua bautismal que sacia toda sed y sana toda iniquidad
que nace de nuestras flaquezas. La escritora devota, leal al
Evangelio, se vale de su mensaje para que sus lectores se sumen
a la red de pescadores de almas, que sean todos como
el Simón bíblico, que nos narra el Evangelio según Lucas:
que obedeciendo a Jesús, tiró las redes y cuando las extrajo, estaban
llenas de peces. Seamos obedientes y no dudemos cuando el
Evangelio de la palabra diaria nos recomiende lanzarnos al
rescate de nuestros mejores tesoros, que viven en el océano
de nuestras virtudes humanas.
Venecia, como autora de este libro, sólo pretende compartir
las escrituras, orar, meditar al unísono, romper distancias,
crear foros para la alabanza diaria y vernos en el espejo
de estas enseñanzas como hijos de un sólo Dios, padre del
Cielo y de la Tierra. Esta tradición milenaria de propagación
del Evangelio de Jesús nos mantiene y nos mantendrá
a los creyentes, en la mesa de los comensales, hambrientos
por el pan de los evangelios. Este libro nos convoca, y su
autora va en primera fila, a vivir en el camino hacia la salvación
con una fe pura, sincera, de entrega total. Su Evangelio
es de familia, de fraternidad, de esposa, madre, amiga,
ciudadana y sobre todo, hija obediente de Dios que nos dejó
a su hijo unigénito para que, desde su palabra, podamos
mejorarnos cada día y seguir su ejemplo. Tal como nos dejó
escrito en el Evangelio de Juan: “Yo soy el camino, la verdad y
la vida, nadie viene al Padre si no es por mí…” Juan 14, 6 “Quita,
quita, quita las sandalias de tus pies porque el lugar que pisas santo es.
Lee, lee, lee, porque recibirán tus ojos una lectura de luz y fe...”
DANNY RIVERA