- Genre:religion
- Sub-genre:Christian Living / Spiritual Growth
- Language:Spanish
- Pages:131
- eBook ISBN:9798218457266
Book details
Overview
En todo el desarrollo de este material vamos a encontrarnos frecuentemente con dos palabras que son la esencia de todo lo que deseo exponer; en primer lugar, veremos la palabra "entendidos" y con esto me refiero a la capacidad espiritual de discernir los propósitos, planes y voluntad de Dios fuera de la participación lógica o el razonamiento.
En segundo lugar, debemos poner nuestra mirada en los últimos días, el tiempo que nos ha tocado vivir antes del maravilloso regreso de Jesucristo.
Este material nos dará la luz necesaria para ir más allá de la comprensión hasta tener entendimiento. Te invito a recorrer juntos esta aventura de fe y que aun en estos días de oscuridad y confusión sepamos lo que Dios nos está llamando a hacer.
Read moreDescription
Durante mucho tiempo, hemos visto como hombres y mujeres de Dios se mueven con una gracia y un poder glorioso. Yo diría, sin temor a equivocarme, que Dios los levantó, en su momento justo, para reordenar y direccionar a su pueblo a temporadas que han marcado cambios y hasta avivamiento, a lo largo de todo el mundo.
Por años esas personas han sido de motivación y modelo para el pueblo de Dios. Pero de la misma manera que vimos su carisma por medio del uso de los dones, al corto tiempo quedó poco, por no decir nada, de toda aquella manifestación. No puedo evitar preguntarme, ¿qué ha pasado, que todo ha menguado y sólo queda el recuerdo de una era marcada por estos hombres?
Con toda humildad, aunque con mucha firmeza me atrevo a afirmar que fueron hombres santos, genuinos, apasionados en todo lo que hicieron, pero no dejaron legado. La razón es que, adquirieron poder de Dios, pero no fueron entendidos en su temporada. Ellos tuvieron el enfoque de servir a su generación, pero no pudieron ver más allá de su presente. Fueron Eliseos
poderosos que no engendraron discípulos apasionados que dieran continuidad a todo lo que ellos iniciaron en su tiempo.
Como resultado, hoy puedo ver a Dios trayendo reformas más que poderosas en toda la tierra, con la intención de corregir y
enderezar los entuertos y deformaciones que se establecieron, en una época, que estuvo llena del poder sobrenatural de Dios,
pero que dejó este déficit. Todo esto se produjo por no ser entendidos espirituales para decodificar las claves, contraseñas
y descubrir los diseños originales del Cielo para este tiempo.
Creo, con todo mi corazón, que, al igual que ocurrió en los días del pueblo de Israel, Dios está levantando una generación que, como los hijos de Isacar, son entendidos, pues saben lo que están llamados a ser y a hacer, en el ahora de Dios. Esto es
muy poderoso ya que, por años, hemos visto a la iglesia con dos tendencias muy fuertes.
La primera es una tendencia histórica. Los creyentes recuerdan apasionados todas aquellas historias y hechos en los cuales
Dios dijo o hizo algo, pero de una u otra forma, todo se ubica en un Dios del pasado. De este modo, reducen a Dios a ser solo un
Dios histórico.
La segunda es una tendencia futurista. Erróneamente la llamamos profética, y digo errónea porque lo profético no sólo tiene que ver con lo que va a acontecer mañana, sino en cómo podemos en el ahora discernir lo que Dios está haciendo y diciendo hoy.
Cuando no entendemos lo que debemos hacer ahora, sin duda alguna, nuestro futuro está gravemente comprometido. Por eso,
la Biblia, cuando habla de los hijos de Isacar, dice que eran entendidos en los tiempos y sabían lo que era necesario hacer
en el presente.
Aunque es apasionante ver las profecías que muestran las temporadas futuras, Dios tiene un interés profundo en que seamos
entendidos del ahora, para dar respuesta a tantas incertidumbres e interrogantes del mundo y, más aún, de la iglesia.
Al igual que el apóstol Pablo, yo ruego a Dios que nos conceda el privilegio de tener la gracia para recibir la sabiduría del cielo que nos permita ser entendidos. Tengamos presente que, el fin de otorgarnos el espíritu de revelación y sabiduría, es que seamos entendidos espirituales para que traigamos los diseños del cielo a la tierra.
Espero de todo mi corazón, que la lectura de este material pueda desafiarte para que te atrevas a ser uno de los entendidos de
Dios para esta generación. A Dios sea toda la gloria, por todos los siglos, de los siglos, amén.
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