About the author
MARIO Szichman. Buenos Aires, Argentina. 1945. Periodista, escritor y novelista.
Residió en Caracas entre los años 1967 a 1971 y entre 1975 y 1980. Es autor de siete novelas: Crónica Falsa (1969); Los Judíos del Mar Dulce (1971); La Verdadera Crónica Falsa (1971); A las 20:25 la señora pasó a la inmortalidad (1980); (versión en inglés, At 8:25 Evita Became Inmortal).
Capítulos de novela, cuentos y ensayos de su obra han sido publicados en las antologías Tropical Synagogues (Holmes & Meier, Nueva York, Londres, 1994) y en King David’s Harp (University of New Mexico Press, 1999).
Con el rubro de EL CENTAURO/ediciones, de Caracas, Venezuela publicó en el año 2000 Los Papeles de Miranda. Según la crítica de Domingo Alberto Rangel ‘‘podría decir que esta novela va a entrar por derecho natural a la lista de los clásicos de la narrativa venezolana”.
A eso le siguió, en el 2004, Las Dos Muertes del General Simón Bolívar. Teodoro Petkoff ha dicho que se trata de ‘‘novela pura, de gran novela, en el más estricto sentido del término. Mario Szichman nos ha dado un texto del cual se guardará memoria’’.
Y ahora, la presente entrega, la versión definitivfa de Los Años de la Guerra a Muerte, que concluye la trilogía de La Patria Boba, es quizás el primer intento de congregar en una sola narración las figuras de Simón Bolívar, José Tomás Boves, El Diablo Briceño y José Félix Ribas, protagonistas de la más formidable y letal guerra civil que afectó a América Latina durante la cruzada por la emancipación.
La profesora Carmen Virginia Carrillo ha dicho de Los Años de la Guerra a Muerte: “Las figuras que marcaron el rumbo de nuestra patria son representadas en sus momentos menos gloriosos, tras sus derrotas, en medio de sus desaciertos. Al proponer otras de las posibles razones que pudieron haber movido los hilos de los acontecimientos, y la impotencia de los protagonistas frente a las circunstancias hostiles, el autor logra desacralizar la imagen sublimada de los héroes elaborada por la historiografía oficial.
La elección de los eventos a ficcionalizar, el rastreo de los pequeños gestos, de las pasiones ocultas de los personajes y los posibles desenlaces, convierten al autor en un adivino del pasado”.