Anda que no te quiero

Una señora a la que se le cae una pistola, que niega que sea suya, que finalmente reconoce que es para matar a su marido, por solidaridad. Una novia que se casa por el embarazo inesperado de su hermana. Una actriz interpretando a una suicida que acaba convirtiéndose en asesina por casualidad. Una mujer apasionada a la que el ginseng le juega una mala pasada. Un marido harto de comer potaje y sesos, sorprendido por su esposa cuando está a punto de abandonarla. Y una etérea doncella escapando de palacio para encontrarse con su amado, un ex-toxicómano. Estas son algunas de las parejas que pueblan esta absurda obra en la que no te quedará otra, que reírte sin remedio.

Una señora a la que se le cae una pistola, que niega que sea suya, que finalmente reconoce que es para matar a su marido, por solidaridad. Una novia que se casa por el embarazo inesperado de su hermana. Una actriz interpretando a una suicida que acaba convirtiéndose en asesina por casualidad. Una mujer apasionada a la que el ginseng le juega una mala pasada. Un marido harto de comer potaje y sesos, sorprendido por su esposa cuando está a punto de abandonarla. Y una etérea doncella escapando de palacio para encontrarse con su amado, un ex-toxicómano. Estas son algunas de las parejas que pueblan esta absurda obra en la que no te quedará otra, que reírte sin remedio. "Teatro del absurdo, atmósfera onírica, tramas que utilizan la incoherencia, el disparate y lo ilógico para criticar la sociedad y al hombre, ritmo vertiginoso, juegos de palabras, humor sin caer en el chiste fácil, comicidad en los diálogos, ternura en las situaciones más trágicas, dominio absoluto de la construcción dramática, dosificación exacta entre las situaciones inverosímiles y la realidad más realista, disparates inteligentes, personajes cáusticos, irónicos, sensibles, ingeniosos, agudos y mordaces..." por Manuel Espada.

Miguelángel Flores, cordobés, y de Sabadell desde un año después de nacer en 1967, es el menor de una familia de doce hermanos. Lo cual dice mucho de todo. Durante muchos años ejerció de actor sin que nunca le diera para comer. Escribe de oído desde siempre. Y aunque ha asistido a algún taller literario, la realidad es que aprende sobre todo leyendo a los grandes. Y a los chicos. Escribe microrrelato desde hace unos años. Aunque mucho antes ya había escrito algo de teatro, pero siempre sin mala intención. Tiene relatos publicados en unas quince recopilaciones de diferentes autores; entre ellas, la de Relatos en Cadena, de Alfaguara. Y dos incluidos en la antología De Antologia. La logia del microrrelato, de Talentura. Además de esta obra, actualmente en cartel, está pendiente de estreno el espectáculo de danza teatro La Vida Que Bailo. Obra que él mismo dirigió junto a Carles de la Rosa en otro proyecto anterior, en Sabadell. También es autor de una comedia infantil, Hay Que Acabar La Cenicienta, llevada a escena en varias ocasiones en cursos y talleres infantiles. Actualmente dirige Consuélame, Consuelo, escrita junto a Moisés Ramírez, uno de los actores de la obra. Y espera acabar algún día Vacíos y Querencias, texto que comenzó a escribir hace unos años. Desde hace casi dos años mantiene vivo un blog de microrrelato y otros atrevimientos, al que llamó Eternidades y Pegos porque considera que la vida está llena de ambas cosas. Sólo hay que fijarse.